La llegada de las vacaciones cambia la rutina laboral de muchos profesionales. Muchas empresas suelen reducir el número de hora de trabajo e implantar jornada intensiva durante el verano para que sus empleados dispongan de mayor tiempo libre.
Sin embargo, teniendo en cuenta la complicada situación económica que atraviesa España, muchos directivos se están planteando eliminar la reducción de jornada para no bajar el nivel de productividad. Una intención que para la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles no es aconsejable. Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión, considera que con esta medida la productividad se incrementa, no desciende.
Así, si los directivos midiesen la productividad de sus empleados durante los meses de verano se llevarían una sorpresa muy positiva, tanto que podrían plantearse adoptar estas medidas durante el resto del año. Implantar una política de horarios racionales de conciliación e igualdad trae consigo una serie de ventajas que muchas empresas aún desconocen.
Mediante unos horarios racionales, los empleados podrán conciliar mejor la vida personal y laboral, mejorando así su calidad de vida que les permitirá mantener hábitos saludables y dormir las horas necesarias. Al no llevarse trabajo a casa, los profesionales llegarán al trabajo con más motivación y su productividad será mayor. En definitiva, se trata de que las empresas den mayor valor al tiempo aunque no por ello tengan que incrementar las horas de trabajo.
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