Cambiar la zona de residencia y encontrar trabajo parece estar muy ligado, tanto es así que el 42% de las personas que no tienen trabajo y cambian de domicilio acaba por encontrar un empleo. Así lo revela la Encuesta de Migraciones realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que puntualiza que el número de personas que migraron se cifró en 471.600, un 10,1% menos que el año pasado.
De las personas que cambiaron de lugar de residencia, la gran mayoría tenía un empleo, concretamente, el 48,9% de ellos. El 14% de ellos eran estudiantes, el 9,3% se dedicaba a las labores del hogar y un 19% estaba en paro. De este último grupo, un 42,1% consiguió un empleo después de un año del cambio de residencia. Un 49,7% permaneció en situación de desempleo y un 8,2% pasó a la inactividad laboral.
La cifra de hombres y mujeres que deciden migrar está bastante igualada. En concreto un 50,6% de las personas que cambiaron de domicilio fueron mujeres, frente al 49,4% de hombres. Por edades, los jóvenes son los más propensos a migrar, siendo la franja de edad que va desde los 16 a los 20 años la que presenta una tasa superior, seguida de la de los 20 a los 29. Muchos de los jóvenes de este último grupo aprovechan que están estudiando una carrera universitaria para realizar becas de intercambio con otros países o zona geográfica.
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