El 10% de los alumnos se pasa al estudio virtual

Uno de cada diez universitarios ha dejado de pasear por el campus a pie para hacerlo a golpe de ratón, ha cambiado el pupitre por el PC y para preguntar ya no levanta la mano, sino que se limita a pulsar con el índice. Del millón y medio de alumnos españoles que se prepara en la Universidad, un 10% ya no son presenciales, sino estudiantes matriculados on line que cursan alguna titulación a distancia con el apoyo de Internet. Y la cifra crece a un ritmo de entre el 15% y el 20% anual, según un estudio elaborado por el Observatorio Español de Internet. No sólo crece la demanda, también lo hace la oferta. Muchas universidades han desarrollado ya sus campus virtuales, plataformas interactivas donde el estudiante puede consultar, compartir conocimientos con otros alumnos o participar en foros de discusión con profesores. Una institución pionera en el diseño de carreras por la Red fue la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que puso en marcha en 1995 un programa de teleaprendizaje en el que hoy participan 25.000 estudiantes que pueden elegir entre 17 titulaciones homologadas, además de varios programas de posgrado y másters. Otros 150.000 estudiantes han participado en las actividades de formación de la UOC en estos últimos ocho años. La fórmula parece funcionar. «Aproximadamente el 75% de alumnos virtuales acaba con éxito sus estudios universitarios, lo que supone una cifra alta», señala Francisco Canals, presidente del Observatorio Español de Internet (OEI). VENTAJAS DEL E-LEARNING. ¿Qué ofrece el e-learning frente a los estudios convencionales? Para Canals, lo primero que refleja la apuesta por este método es un descontento con el sistema tradicional. «Internet y el aprendizaje a distancia no han triunfado por simple publicidad, sino porque este medio se adapta al alumno en su entorno físico, horarios, intensidad, disponibilidad horaria y materia escogida, y no es el alumno el que debe adaptarse a sistemas antiguos que pueden hacerle sentirse privado del conocimiento real que desea». Y advierte contra «la posibilidad de una fractura social del sistema de enseñanza presencial si el gobierno no adapta los métodos educativos tradicionales a la sociedad del conocimiento». El vicerrector de nuevas tecnologías de la UNED, Manuel Castro, opina sin embargo que el futuro está en potenciar este canal de comunicación de forma que complemente a los anteriores, no que los sustituya. «La adecuada mezcla de presencialidad, distancia e Internet es lo que marcará el futuro, sin excluir ninguno de los sistemas». Castro pone como ejemplo «la experiencia del Instituto Tecnológico de Massachussets de Estados Unidos en la creación de un gran depósito de cursos y contenidos virtuales en Internet, el Open Courseware, que no está reduciendo la matrícula en los cursos presenciales». Algunas ventajas del teleaprendizaje son evidentes. «Se evitan las colas para la matriculación, se simplifican los trámites burocráticos y se economiza el tiempo», enumera Canals. Asistir a una clase sin tener que madrugar y en pijama ya ha dejado de ser el sueño de muchos alumnos para convertirse en una realidad con más presencia cada día. SOLUCIÓN EDUCATIVA. El e-learning ha sido además una solución política y educativa para sectores marginados o con problemas para asistir a clase. Deportistas o artistas prematuros, niños hospitalizados o enfermos han recurrido a este sistema para no quedarse atrás. Un reto pendiente es atender la demanda por parte de los presos. El Ministerio de Interior señala que los internos en centros penales españoles todavía no cursan carreras vía Internet, aunque el informe del OEI recoge una iniciativa del centro catalán Can Briñas, que ha suscrito un convenio con la UOC para crear una Intranet que permita a los presos realizar estudios a través de la red y que se extenderá si funciona a otros centros de Cataluña. También existen peros en el ámbito del teleaprendizaje. «Hay una fascinación tecnológica del alumno por los contenidos interactivos que puede generar falsas expectativas que se desvanecen ante el pupitre, que requiere disciplina día a día», asegura Canals. Se corre el riesgo de que los alumnos menos constantes abandonen. Para evitarlo existe la figura del «tutor virtual», que resuelve dudas y recuerda, por ejemplo, la proximidad de un examen. El OEI también habla de un «sentimiento de soledad frente al ordenador, una falta de ambiente social que apoye al estudiante y le proporcione motivaciones complementarias». Para remediarlo muchas universidades han incorporado foros donde los alumnos chatean con otros estudiantes. El informe alerta contra la existencia de timos en la enseñanza por Internet: titulaciones sin validez académica ni profesional que se venden como homologadas y resultan un fiasco. El presidente del OEI recuerda que «Internet es un medio ideal para disfrazar, maquillar y conseguir una imagen a la altura de los grandes centros, pero con un presupuesto muy bajo». CAMBIAR LOS SISTEMAS Un problema que plantea el presidente del OEI es que, pese al esfuerzo de la Administración por dotar de tecnología los centros, no se ha modificado el sistema de transmisión del conocimiento. «No sirve de nada cambiar los escenarios educativos si no se renuevan los métodos», señala. «La transmisión del conocimiento ha sido siempre vertical, de profesor a alumno, de padre a hijo… Internet rompe ese flujo». UNED
Acercar la educación a distancia

Internet ha acortado la distancia de la educación a distancia. «Se ha convertido en un espacio didáctico intermedio y complementario, en un punto de encuentro entre los sistemas presencial y no presencial», señala Maria Eugenia López Muñoz, coordinadora de la unidad de virtualización de la UNED.

Un claro ejemplo de este acercamiento lo constituyen las videoconferencias a través de teleuned. «La asistencia un día determinado a la sede central se sustituye por estas videoconferencias, que se retransmiten a través de la red y permiten a los alumnos hacer preguntas en tiempo real desde cualquier punto del planeta». La unidad de virtualización se creó en 2000 y se encarga de asesorar al profesorado sobre la manera idónea de tratar los contenidos de las materias para adecuarlos al formato de la red.

El año pasado 90.000 alumnos cursaron alguna de las 16 titulaciones virtuales de la UNED, y este año se estima que llegarán a los 120.000. Los estudiantes no sólo se han adaptado al nuevo sistema, sino que cada día son más exigentes. «Nos consta que la demanda de cursos en Internet ha aumentado y que cada vez se pide más atención en la red al profesorado».


PERFIL
Nueve de cada 10 superan los 25 años

Nueve de cada diez alumnos virtuales superan los 25 años (la mitad de ellos tiene incluso más de 35). Un 80% de ellos se matricula en muy pocas asignaturas (un tercio del total de aproximadamente) y acaba la carrera en un periodo de tiempo considerablemente mayor al promedio de los alumnos presenciales.

En muchos casos se trata de personas que abandonaron sus estudios y quieren terminarlos, aunque la UOC dibuja un perfil de alumno que ya posee titulación universitaria (60%) . Es el caso de Raquel Claret, licenciada en Económicas de 28 años que estudia Informática Técnica de Gestión. «No la hago por necesidades laborales, sino porque me apetecía». Ella, como casi las tres cuartas partes de ciberestudiantes, trabaja. «Soy analista del departamento de franquicias de una multinacional, y desgraciadamente la universidad presencial no te permite trabajar y estudiar a la vez».

Encuentra la experiencia positiva, aunque echa de menos alguna reunión más aparte del encuentro por semestre para conocer a los profesores virtuales. «El e-mail es rápido para resolver dudas, pero a veces hay malentendidos o te contestan algo que no es exactamente lo que preguntabas».

[busqueda cursos=»online, distancia, e-learning]

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