Diez consejos para ser un número uno en restauración y turismo

El mundo de la restauración y el turismo tienen mucho que ver. Ambos valoran las raíces y la tradición para pasar a exponer la manera de hacer actual y divulgar su historia. Pero lamentablemente, no todo el mundo que se dedica a estos sectores llega a triunfar en ellos. La competencia es muy dura, hay un componente muy grande de creatividad y los medios también son importantes. Pero si estás realmente convencido de que el turismo o la restauración es lo tuyo, no dudes en dedicarte a ello.

Piensa en la ilusión depositada en tu carrera cuando te planteaste dedicarte a este sector, ese es el espíritu que hay que mantener aunque a veces no sea fácil. A menudo la realidad puede darnos la sensación de que estamos lejos de lograr aquel sueño que teníamos, pero simplemente lo que hay que hacer es cambiar de actitud. Desde Iberestudios queremos acompañaros en ese cambio a través de un decálogo para impulsar tu carrera en restauración y turismo.

–         Viaja. Todo lo que puedas y más. Si este consejo es muy recomendable para la mayoría de trabajo, para estos dos ámbitos resulta vital. Si eres un profesional del turismo has de viajar, conocer los lugares in situ y empaparte de experiencias para después poder transmitirlas al resto del mundo. De la misma manera, si tu caso es el de un profesional de la restauración puedes ampliar tus miras viendo como trabajan con determinado ingrediente en un sitio, de qué manera sirven los platos en otro o como disponen la mesas de un restaurante de un continente diferente al tuyo.

–         Experimenta. No te obsesiones con las normas: prueba, innova, crea. Puede que seas de los que piensa que si algo nunca se ha hecho de una determinada manera será por algún motivo. Huye de esta filosofía y lánzate. Las personas que se arriesgan son las que llegan más lejos.

–         Aprende de los mejores profesionales. Si quieres ser el mejor deberás aprender de los mejores. Investiga quien es el número uno de tu ámbito y búscalo, contacta con él, intenta tener un encuentro para intercambiar puntos de vista. Si es alguien muy reputado, seguramente hará ponencias o charlas a las que probablemente podrás asistir y si no es tan conocido será más accesible. Piensa, ¿quién te inspira? Conócelo y deja que su influencia te impulse.

–         Repite hasta dominar. Una y otra vez. Si te gusta mucho la manera de obrar de un profesional del turismo determinado, prueba de hacer lo mismo, repítelo hasta tenerlo interiorizado. Lo mismo ocurre con un plato determinado. Cuando se automatiza un proceso se incorpora a nuestro bagaje profesional y nos permite ir introduciendo pequeños cambios que lo adaptan a nuestro propio estilo. Pero sin dominar lo básico es una misión imposible.

–         Sé empático con tus clientes. Puede que trabajes en un restaurante o bien de guía turístico. Lo que debes hacer es pensar en cuáles son las demandas que crees que tendrá la gente a la que atiendes. Puedes planteártelo o bien acudir a otro establecimiento en el que eres tú el cliente y pensar qué te gustaría encontrar en una carta, de qué manera, qué información echas en falta o cuál te sobra. Y si eres guía, acude a una salida de tus colegas de profesión y piensa qué te gustaría que te contaran, de qué manera, qué es lo que se te hace más pesado de las explicaciones o bien qué es lo que te ha gustado. Si no pierdes de vista que tu trabajo está totalmente dirigido a la satisfacción del cliente, todo irá correctamente.

–         No dejes de ser curioso. Indaga y no dejes de hacerlo. Es una de las mejores cualidades que puedes tener. Pregúntate cómo hacen determinado plato, pregunta nuevas historias, habla con muchas personas y plantéate retos. No dejes nunca de sentir que tienes mucho que aprender.

–         Mezcla sin reparos. Pero no solo ingredientes sino géneros. ¿No has pensado que la literatura puede acabar inspirándote para elaborar un plato? O quizás te bases en los colores de un cuadro para componer una ensalada. O un cuento tradicional te ayude a transmitir una idea concreta. Mezcla todo, con todo y no dejes de innovar.

–         Sé apasionado y transmítelo. Si tu trabajo te apasiona debes comunicarlo. El mundo de la restauración y del turismo puede tener diferentes vertientes así que no dudes en explotarlas todas y encontrar la que más te llene. Será ahí donde transmitirás tu pasión por aquello que haces y, aparte de ser un trabajador más productivo y eficiente, también serás más feliz.

–         Aporta tu toque personal en todo lo que hagas. Fijarse en las personas que te inspiran está bien, repetir hasta dominar una técnica es muy positivo pero debes buscar algo que te caracterice en tu carrera profesional. Los años de experiencia te ayudarán a ver cuáles son tus puntos más fuertes y qué aspectos marcan tu trabajo. Preguntar a compañeros y a superiores te ayudará a hacer una ‘radiografía’ de tu yo en el trabajo y a saber qué puedes mejorar y en qué destacas. Cuando lo sepas, intenta poner remedio y en lo primero y potencia lo segundo hasta crear una marca personal.[relacionados align=»left»]Otros contenidos de este reportaje[/relacionados]

–         No dejes de formarte. Los tiempos van cambiado y de la misma manera que ya no se cocina igual hace 30 años que ahora, tampoco se venden viajes en los mismos lugares ahora que en las últimas tres décadas. Realiza cursos de formación para no descolgarte e incluso fórmate en otros ámbitos relacionados. Si Ferran Adrià no tuviera conocimientos de química no podría haber creado sus famosas deconstrucciones o las esferificaciones que tan popular le han hecho.

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