1. Define tu negocio: antes que nada tienes que definir tres aspectos, la misión, la visión y los objetivos de tu empresa. ¿Qué es cada uno?
- La misión: el propósito del negocio lo que quieres conseguir y por qué
- La visión: son las metas que te marcarás y el camino que seguirás para conseguirlas a largo plazo. Es la guía que definirá las decisiones estratégicas.
- Los objetivos: se definen en función de los dos parámetros anteriores, es decir, son las cosas que quieres conseguir en un plazo determinado y el nivel al que quieres situar tu empresa.
2. Estudia el mercado y posiciona tu producto: conocer el mercado te ayudará a tomar decisiones acertadas y en función de ello podrás analizar el papel que cumple tu negocio en el entorno global. El estudio de mercado te permitirá analizar el negocio y derivar aspectos como la promoción, la imagen o el lanzamiento.
3. Estudia a tus competidores: es necesario hacer un análisis macroeconómico y microeconómico del sector al que se dedicará tu empresa. Estudiar a tus competidores, ver el número de empresas que se dedican a tu misma actividad y la zona en la que realizarás tus acciones te ayudará a posicionarte. Es importante comparar tus capacidades frente a otras empresas en la parte financiera, de deuda, de financiamiento y de viabilidad de costo financiero. Gracias a esto verás tus fortalezas y debilidades, tanto de tu propia empresa como de las demás.
4. Estima los costes de desarrollo y producción, haz una planificación financiera: Los presupuestos son un aspecto esencial y por eso debemos huir de los cálculos superficiales para calcular las partidas de gastos. En la estimación de costes deberás incluir desde el diseño del prototipo de producto, su producción, la consultoría, la mano de obra, etc. Cuando planifiques los costos, contempla un plan de contingencia que mencione qué ocurriría en el caso de haber problemas de retrasos, dificultades para cumplir con los estándares de la empresa, errores, etc.
5.Ventas y Marketing: este apartado hace referencia a las técnicas de venta que utilizarás para que tus clientes compren el producto y la estrategia que quieres seguir para conseguirlo. Las ventas y la comercialización son las debilidades de muchos planes de negocios y son básicos para alcanzar el éxito.
Una sección de ventas y comercialización bien preparada puede servirte como hoja de ruta. Además será más atractiva para los inversores.
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